Restauración ambiental posfuego en las sierras de Córdoba

Año tras año, miles de hectáreas son afectadas por el fuego en las sierras de Córdoba. Luego del fuego, el suelo queda desprotegido de la vegetación y es muy proclive a erosionarse. Las plantas pueden resultar parcial a totalmente dañadas. Muchos animales mueren y otros logran escapar. El interés y la preocupación de las personas y organizaciones por recuperar lo perdido y mitigar el daño causado son crecientes. Por este motivo, presentamos algunas recomendaciones para lograr la recuperación de las áreas quemadas, tomadas del documento elaborado por el Nodo Centro de la Red de Restauración Ecológica de Argentina, en octubre de 2019: “Restauración ambiental posfuego en las sierras de Córdoba, Argentina”. 

Las primeras acciones están orientadas a proteger el suelo, favorecer la recuperación de la vegetación nativa y evitar la colonización de especies exóticas invasoras. Debe evitarse la introducción de ganado, la circulación de grupos numerosos de personas y el ingreso de todo tipo de vehículos. Asimismo, se desaconseja en primera instancia, cualquier tipo de siembra y/o actividades de reforestación. Esto se debe a que un alto porcentaje de las plantas nativas quemadas, ya sean hierbas o especies leñosas (árboles, arbustos y lianas), tiene gran capacidad para rebrotar desde la base de los troncos quemados, órganos subterráneos o raíces. 

Al mismo tiempo, los esfuerzos pueden concentrarse en la erradicación o poda de plantas exóticas invasoras como olmo, crateus, siempreverde, acacia negra entre otras, en las inmediaciones de las áreas quemadas, ya que estas últimas representan un escenario ideal para la colonización de este tipo de especies que pueden competir por recursos con las nativas rebrotantes y las que puedan establecerse en el futuro. Además, pueden recolectarse semillas nativas de fuentes locales destinadas a futuras reforestaciones, o a la obtención de plantines para ser incorporados en el diseño de los espacios verdes urbanos y rurales, favoreciendo el desarrollo de corredores biológicos de especies nativas que también sirvan de refugio y alimento a la fauna asociada. 

De ser necesario, y luego de un adecuado diagnóstico y evaluación del grado de recuperación de las áreas quemadas, se aconseja la reforestación con especies nativas cuando, después de un año de ocurrido el fuego, el lugar presente pocos individuos de árboles y arbustos nativos, o pocas especies leñosas nativas que hayan rebrotado. A su vez, se hace hincapié en que las plantas nativas destinadas a la reforestación provengan de semillas locales o de sitios próximos a los lugares a reforestar. Por este motivo, se desaconseja completamente la forestación con especies exóticas, incluidas las especies nativas de otras regiones de la provincia y el país, y el uso de plantines o semillas de especies nativas provenientes de otras regiones o provincias.