Extractos vegetales, una industria sustentable y en crecimiento

Los extractos vegetales son sustancias que se obtienen de las plantas mediante metodologías y técnicas específicas. Según sus características, pueden ser utilizados en el desarrollo de fármacos, cosméticos o alimentos entre otros. “La industria de los extractos vegetales es prometedora y sustentable”, señala el Dr. Guillermo Lotz, director del Laboratorio PROYAR, con el cual CEPROCOR suscribió recientemente un convenio de vinculación.

Los extractos vegetales son componentes químicos presentes en las plantas, que contienen lo que se denomina “principios activos”. Estos principios activos poseen una determinada acción farmacológica sobre el organismo. Mediante un desarrollo tecnológico específico, se utilizan para la formulación de cosméticos, alimentos, medicamentos o agroquímicos orgánicos.

El director del Laboratorio PROYAR, Dr. Guillermo Lotz, expresa a modo de innumerables ejemplos, cómo los extractos vegetales se utilizan cada vez más para diversas aplicaciones. En sectores como el de la producción avícola o porcina la utilización de extractos vegetales en los alimentos y agua que consumen los animales es relevante. Ayuda a mantener su salud, su sistema inmunológico, lo que posibilita producciones más sustentables. Por ejemplo, se utiliza cúrcuma, alcachofa y otros componentes a tal fin.

Una revolución en cosmética se ha dado a partir de la utilización de estos extractos también. Entre varias materias primas, un ejemplo es la caléndula, que puede ser utilizada como cicatrizante o antiséptico, de uso generalizado en bebés o en madres.

Se conocen también los beneficios de la manzanilla o el aloe. Sobre este último, según el principio activo que se utilice de la planta, puede transformarse en un laxante o un protector gastrointestinal. El lapacho o el propóleo, que tienen gran incidencia en el sistema inmunitario, “se han utilizado mucho y con muy buenos resultados en el período de pandemia”, asevera el Dr. Lotz.

Cabe considerar, asimismo, que los extractos vegetales tienen que ser elaborados por laboratorios autorizados y recetados por profesionales de la salud, porque si bien pueden presentar menos contraindicaciones que otros productos no naturales, las dosis deben ser las adecuadas a la hora de ser administrados.

 ¿Cómo se obtienen los extractos vegetales?

Se utiliza la droga vegetal que es la parte de la planta que -se conoce- contiene los principios activos que se requieren. Por ejemplo, esa droga vegetal puede hallarse –según cada caso- en una flor, en el tallo de una planta o en una parte de la hoja, en la corteza o en la raíz. Esas partes biológicas se acondicionan en el laboratorio y se realiza la extracción de los principios activos deseados.

 “La ciencia tiene un conocimiento amplio respecto de lo que son las estructuras químicas que contienen las plantas y las acciones que tienen sobre el organismo. Nosotros controlamos que esos principios activos estén presentes en las drogas vegetales que utilizamos. De esa forma, nos asegurarnos que las materias primas tienen la calidad necesaria para después ser utilizadas en la elaboración de los extractos vegetales. Ese control se realiza mediante distintas técnicas y ensayos”, explica el especialista. Una vez obtenido ese extracto vegetal, se desarrolla el producto que lo contiene, para ser utilizado según la aplicación para la cual fue planificado.

 UN PESTICIDA ORGÁNICO CON POSIBILIDADES DE EXPORTACIÓN-
APORTES DEL CEPROCOR

En la actualidad, el Laboratorio Proyar –entre otros diversos productos- está desarrollando un pesticida orgánico derivado de un vegetal, con características de micro-nanoestructuras, con diversas posibilidades de formulación.

El Dr. Lotz señala que “la ventaja que tiene un pesticida orgánico como este es, en primer lugar, su efectividad para atacar una plaga determinada. Además, no es agresivo al medioambiente, es sostenible. Se puede utilizar en el tiempo, en las distintas cosechas. Por otra parte, cuando se degrada también puede formar parte del propio alimento de las plantas. Es decir, puede ser considerado como un fertilizante”.

La formulación de este pesticida con micro-nano partículas posibilita una efectividad mayor del producto y las dosis que se emplean son menores.

El pesticida puede ser utilizado tanto por el sector agropecuario como por el doméstico, e incluso por quienes poseen sus propias huertas orgánicas, ya sea para consumo propio o para comunidades reducidas, por ejemplo.

“Algo interesante, desde el punto de vista comercial, es que al ser orgánico no tiene restricciones para ingresar en los mercados internacionales”, indica el Dr. Lotz. Por otra parte, cabe señalar que se observa un movimiento creciente de consumidores que se interesan por productos de origen natural, lo que convierte a este tipo de desarrollo en un nicho de mercado relevante.

Para el desarrollo de este producto el laboratorio PROYAR contó con el aporte del CEPROCOR. Se trabajó en un proyecto destinado a lograr estructuras micro-nanométricas (partículas muy pequeñas) capaces de contener el extracto en su interior. “Las estructuras son como unas pequeñas bolsitas”, explica el Bioq. Mauricio Turco, científico del Centro que trabajó en el estudio. Estas estructuras están formadas por otros compuestos. En este punto, los estudios del Ceprocor se orientaron a observar cómo estos compuestos posibles para armar la estructura interactúan con el extracto, para obtener luego un producto eficaz. También el Ceprocor aportó otros estudios vinculados a la estabilidad del producto, entre otras actividades.

Con respecto a este proyecto, el investigador del Centro señaló: “La participación en estudios como éste afianza la herramienta del conocimiento local, generado a través de muchos años de trabajo. Además, permite fidelizar nuestro rol y dirigirlo hacia los horizontes que visualizan nuestras industrias y economías”.

UN NICHO DE MERCADO PROMETEDOR Y SUSTENTABLE

“Creo que el futuro para los productos de origen natural, y los extractos vegetales en particular, es muy prometedor. Hay que seguir investigando y desarrollando. Este tipo de industria no es incompatible con otros tipos de industrias, sino que viene a contribuir con una actividad humana más sustentable para el planeta, preservando el ambiente, a nuestras generaciones y a generaciones futuras. Tenemos que evolucionar en esa dirección: copiando y aprendiendo de la naturaleza. La naturaleza siempre optimiza los recursos. No desperdicia energía sino que utiliza la estrictamente necesaria”, expresa el director de Proyar.

CONVENIO DE VINCULACIÓN CON EL CEPROCOR

La vinculación de Proyar con CEPROCOR data de varios años atrás. No obstante ello, recientemente se suscribió un convenio de vinculación, mediante el cual se da continuidad al trabajo colaborativo y formaliza actividades de asistencia técnica, estudios y caracterizaciones analíticas específicas; desarrollo, validación y transferencia de metodologías analíticas; proyectos de investigación y desarrollo (I+D) colaborativos; articulación para la presentación y gestión conjunta de financiamiento externo para la ejecución de proyectos conjuntos, entre otras.

El convenio fue suscripto por el ministro de Ciencia y Tecnología Pablo De Chiara y el Dr. Guillermo Lotz, director del laboratorio PROYAR. Acompañaron el Vicepresidente del CEPROCOR, Federico Priotti; la Directora de Vinculación, Luciana Beladelli y el investigador Mauricio Turco, coordinador de la Unidad de Separaciones Analíticas del CEPROCOR, que intervino en los últimos desarrollos transferidos a la empresa.

“Es muy importante que existan este tipo de instituciones científico-tecnológicas, públicas o público-privadas para las pymes y la industria de Córdoba. Esto permite que se genere una mayor competitividad tanto entre las empresas locales como del resto del país. Nosotros nos tenemos que insertar dentro de la producción internacional. Para ello necesitamos herramientas tecnológicas para lograr aún mayor competitividad. En este sentido, el CEPROCOR u otros centros también tecnológicos son importantes”, expresaba el Dr. Lotz en Conversaciones – 30 años de Ciencia Cordobesa y agregaba: “Con este tipo de instituciones científico-tecnológicas podemos avanzar muchísimo y lograr productos nuevos, innovar, mejorar la eficiencia o procesos que ya existen”.